domingo, 5 de mayo de 2013

Buenas maneras al volante


El automóvil, en muchas ocasiones, es un lugar donde hasta las personas más educadas pierden sus buenos modales. Los atascos, las prisas, el ritmo acelerado de la ciudad... nos hacen que nos volvamos un poco más agresivos al volante.
Si somos capaces de controlar esta agresividad, nuestra vida y la de los demás puede ser mucho más civilizada y tranquila.
Podemos hacer algunas sugerencias para mejorar nuestras "formas" al volante:
   1. Respetar. Hay que respetar las señales de circulación: los semáforos en rojo, los límites de velocidad, los sitios donde no se puede aparcar -estacionar-, los pasos de peatones, etc. Un coche mal estacionado puede ser un estorbo para circular con un coche de bebé, para pasar con una silla de ruedas...
   2. Paciencia y educación. Si alguien ha aparcado en doble fila, si se pone el semáforo en verde y el automóvil que va delante de nosotros no se pone en marcha, etc. debemos tener paciencia y tratar de avisar sin ser demasiado molestos para el resto de ciudadanos. Ellos no tienen la culpa de nuestra impaciencia o mal humor.
   3. El claxon. No debemos ser de esas personas que abusan de la bocina - claxon- de nuestro coche, aturdiendo a todos los peatones. Poco, por no decir nada, se arregla tocando el claxon de manera insistente en un atasco. En caso de tener que dar un aviso, que por el motivo que sea nos impide el paso (automóvil aparcado en doble fila, coche parado, etc.) se puede tocar el claxon una o dos veces, pero con moderación.
   4. Los insultos. No es nada educado, y por desgracia es demasiado sencillo, llegar a insultar al conductor que cambia de carril sin avisar delante de nuestras narices, o que realiza cualquier otra acción no muy correcta. O insultar a ese peatón que se nos ha echado, literalmente, encima de nuestro coche. Hay que ser comprensivos y prudentes.
   5. Los gestos. Como en el caso de los insultos, es de personas poco educadas hacer gestos obscenos a otros conductores o peatones. No se arregla nada, quedamos como groseros y solo logramos enfadarnos más e, incluso, iniciar una disputa o una pelea.
   6. Disculpas. Si somos nosotros quienes hacemos algo incorrecto, hay que saber pedir disculpas. El otro conductor o peatón sabrán agradecer este detalle.
   7. Generosidad. Tanto dentro como fuera de un automóvil hay que ser generosos. Nada nos cuesta ceder el paso a un peatón, aunque no cruce por un paso de cebra, dejar pasar a otros automóviles que se incorporan a un carril, dejar pasar a un coche que sale de un garaje, o dejar pasar a un automóvil que quiere cruzar una avenida de un lado a otro. Hay que ser amables y tener un punto de cortesía que, al volante, se ha perdido en gran medida.

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